Las escapadas se inventaron para escapar de la rutina, y la mejor manera de hacerlo es dándote un homenaje en un buen restaurante. ¿Comida típica? No está mal. ¿Gastronomía tradicional? Tampoco es mala idea. Pero qué tal si buscas algo raro, original y divertido para este fin de semana. En estos restaurantes madrileños, el menú es lo de menos: lo que importa es la experiencia.
1. Un refrigerio bajo cero
CGP Grey
En Madrid no hay playa, pero los madrileños cuentan con un local ideal para combatir el calor estival: el IceBar. Las instalaciones están siempre fresquitas, tanto como para mantener el termómetro en torno a los cero grados. ¿Derrochan en aire acondicionado? Para nada, este ambiente polar lo consiguen con un mobiliario fabricado con hielo.
2. Almuerza en un invernadero
Comer rodeado de plantas es la original propuesta del restaurante del Museo Reina Sofía. El Arzábal cuenta con un espacio ajardinado precioso, pero la joya de la corona es el invernadero. Si un almuerzo en el corazón de la capital ya tiene su encanto, imagínate el nivelazo que supone que te sirvan el menú en uno de los museos más importantes del país.
3. Un menú ‘de muerte’
En el Zodiac se come de muerte, y no solo porque ofrecen platos deliciosos. Las cenas incluyen un juego perfecto para amantes de las series de detectives, con escena del crimen incluida. En un par de horas tienes que saborear la cena y aprovechar las pistas que te van facilitando en tiempo real. ¡Saca esa Jessica Fletcher o ese Sherlock Holmes que llevas dentro!
4. Come con las luces apagadas
Si te pones de los nervios comiendo con poca luz, el Dans le Noir te pondrá a prueba. Cenar a oscuras es una experiencia curiosa, aunque la intención de los dueños del local es concienciar. Además de potenciar el sabor de los platos, privar de la vista a los comensales del restaurante los coloca en una situación que las personas invidentes viven diariamente.
5. La vuelta al comedor del cole
Si sabes cómo rebobinar un casete con un boli, llorarás de emoción en Nosotros fuimos a EGB. Se trata de un restaurante original donde los haya, con camareros disfrazados de profesores que están ahí para algo más que servir los platos. También se dedican a realizar pequeñas pruebas para refrescar la memoria de los comensales. ¿Naciste en los 80? ¡Fijo que apruebas!
6. Un menú muy ‘clásico’
¿Siempre te ha hecho ilusión que te canten un aria al oído? El Café de la Ópera es tu restaurante para este fin de semana. Los camareros, además de servirte un menú de alta cocina, se arrancan a la primera de cambio con temas operísticos. Como mínimo, tendrás una velada amena gracias a las improvisaciones corales y la constante retroalimentación entre los intérpretes y los comensales.
7. Hamburguesas ‘extra familiares’
Hay restaurantes que, en lugar de llamar la atención por sus instalaciones, destacan por su menú. Si estás de ruta por la capital con la familia o con un grupo de amigos, pregunta por Las Hamburguesas Más Grandes. El nombre del local lo dice todo… Hacen unas hamburguesas gigantes dignas de Homer Simpson, ¡recomendadas para ocho personas!
8. Cenas para amantes del espectáculo
Hay pocos locales en Madrid que la líen tanto como en el Teatro de la Diversión. Si estás preparando una escapada para despedir la soltería o celebrar un evento en grupo, este es tu restaurante. Las cenas se pueden alargar fácilmente hasta las seis de la mañana, con espectáculos de todo tipo, discoteca, local de copas y animación constante de la mano de personajes variopintos.
9. Un menú ‘de risa’
Puede que no te apetezca estar de fiesta toda la madrugada, pero eso no significa que tengas que renunciar a la diversión. Pásate por El Kuru, un restaurante no apto para comensales vergonzosos. Sus sesiones de risoterapia son conocidas por los noctámbulos que frecuentan la Gran Vía, lo mismo que los monólogos que amenizan las cenas.
10. Cenas con un poco de ‘picante’
El Templo del Placer no es un restaurante raro, pero tampoco es un local habitual para ir a cenar. Como su propio nombre indica, las cenas se sirven con un toque ‘picante’, y están amenizadas con espectáculos de ‘stripers’ y juegos interactivos para que todos los comensales participen. Es el plan perfecto para una noche de erotismo y diversión en un ambiente distendido.