Hoy te llevamos a descubrir las perlas de la Costa Brava: caletas escondidas, piscinas naturales, playas para toda la familia…¡este verano no te puedes perder estas joyas cerca de tu casa!
7. Bramant
Bramant es una de esas ‘piscinas naturales’ que cuesta encontrar en el mapa. Quizá por ello sigue conservando su aspecto encantador, abrigada por unas paredes de piedra que alcanzan los diez metros. Sin duda, se trata de una cala ideal para disfrutar de una tarde romántica.
6. Aiguablava (Begur)
Su arena dorada, sus aguas transparentes, su entorno semisalvaje y las cuevas marítimas que pueblan la zona la convierten en una de las calas más famosas de la Costa Brava. Parece normal que esté considerada como una de las playas más bonitas de Cataluña.
5. Illa Roja (Begur)
La ‘isla roja’ de Begur también cuenta con unos paisajes salvajes dignos de fotografiar y un entorno acogedor, alejado del bullicio y cualquier atisbo de civilización. Tiene la intimidad necesaria para convertirse en una de las principales calas naturistas de la Costa Brava.
4. Sa Futadera (Tossa de Mar)
Si te gustan las calas salvajes que inviten a practicar nudismo y tengan un acceso limitado, Sa Futadera es tu playa. Se trata de otro pequeño rincón de la costa catalana que sorprende por su belleza paradisíaca (dicen que es de las calas más bonitas de la región), así como por la calidad de sus aguas.
3. El Castell (Palamós)
En El Castell no encontrarás rastro alguno de ladrillo. La zona se mantiene relativamente alejada de las zonas turísticas, conservando su valor natural. Los pinares de la zona son la prueba visible de que esta cala se merece estar entre las mejores playas de la Costa Brava.
2. Montgó (Torroella de Montgrí)
Para perderte el fin de semana con la familia, la cala ideal es la de Montgó. Un lugar tranquilo para pasar el día, con apenas corrientes marinas. El resultado es una playa de arena fina y aguas relativamente calmas, donde los más pequeños pueden bañarse sin problemas.
1. Cullaró (Cap de Creus)
Una cala merecedora del primer puesto en cualquier lista de playas catalanas tiene que ofrecer una panorámica única. Sin duda, Cullaró supera cualquier expectativa, con una obra de arte natural esculpida en sus rocas por el salitre y el viento. Unas rocas que llamaron la atención del mismísimo Dalí.