¿Hace demasiado frío para salir a la calle? No te preocupes, escápate a un hotelito con spa. Solo o en pareja, con vistas a la montaña o en plena urbe, brindando con cava o con vino… No importa, elige el destino ideal, la compañía perfecta y di adiós al frío del invierno sumergiéndote en el agua calentita de un spa. Opciones, no faltan:
1. Sercotel Hola Tafalla
Tafalla es un paraje navarro con encanto a media hora de Pamplona, además de un destino excelente para planear una escapada invernal. Combate el frío en el spa del Secortel Hola Tafalla y aprovecha el desayuno para acumular energía. La necesitarás para aprovechar al máximo la visita al palacio Royal d’Olite y el Museo del Vino.
2. Granada Palace
En el bonito pueblo de Monachil y a un paso de la ruta de senderismo de Los Cahorros, el hotel Granada Palace ofrece relax y la mejor forma de resguardarse del frío granadino: su propio spa. Si vas en pareja, puedes rematar la jugada con un par de copas de cava, brindando en una habitación climatizada con vistas a Sierra Nevada.
3. Sunway Playa Golf and Spa Sitges
Una escapada en pareja a Sitges es una gozada, pero puede ser una auténtica historia de amor si añades una habitación con vistas, desayuno incluido, cena para dos… ¡y acceso a un spa propio de un alojamiento de cuatro estrellas! Por si fuera poco, el hotel Sunway Playa Golf and Spa Sitges está situado en el paseo marítimo de la ciudad, una ubicación inmejorable frente al Mediterráneo.
4. Valles de Gredos
Extremadura, esa gran desconocida. Solo hace falta escaparse a Talayuela un fin de semana para entender las joyas que esconde esta región. Un par de días en el Hotel Valles de Gredos Golf ayuda a comprenderlo mucho mejor, con su diseño minimalista que respeta la estética del entorno y su ubicación en plena naturaleza. Su spa y sus habitaciones amplias con vistas a la sierra son sus principales reclamos.
5. Palacio del Infante Don Juan Manuel
Si hay algo mejor que disfrutar del calorcito de un spa, es disfrutarlo en compañía de tu pareja en un palacio del siglo XIV, con unos bombones y una botella de cava preferiblemente. No, no es un plan imposible, lo tienes en Belmonte, en el Palacio Infante Don Juan Manuel Hotel Spa. ¡Romanticismo en estado puro!